Tras los acontecimientos vividos a lo largo del año 2020, podemos constatar que la virtualidad ha dejado un sinfín de ventanas abiertas, y aunque poco a poco hemos vuelto a una relativa normalidad, podemos preguntarnos ¿dónde quedó el cuerpo?
En la historia de la humanidad el cuerpo ha sido el protagonista, objeto de deseo y renuncia; ha sido el contenedor por excelencia. Para el teórico francés Jean-Luc Nancy, “el cuerpo es todo, un cuerpo comienza y termina contra otro cuerpo: es material. Pero también es un dibujo, es un contorno, es una idea: el cuerpo es inmaterial”.
Después de la pandemia vemos que el cuerpo permanece, se desdobla y retoma sus espacios. En el gesto de recuperarse radica lo humano; en un intento de tomar forma, se manifiesta, aparecen los contornos, los efluvios, las florituras, las diferencias, la memoria. Revisar las múltiples maneras en que el cuerpo se vuelve a hacer presente, nos brinda la oportunidad de reinventarnos, de celebrar y de reencontrarnos.
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En esta edición, Gladys Turner Bosso cedió la oportunidad de curaduría a Pancho López, artista e investigador de performance mexicano, que ha convocado a artistas locales y regionales, con nuevas iniciativas y un programa público para acercar a más personas al museo.